Ambiente, educación y sus consecuencias.

[Rónald Gamboa]

Hace algunos días tuve la oportunidad de escuchar al ministro de ambiente disertar sobre el VII Plan de Energía para Costa Rica 2015-2030. Dentro de todos los objetivos que se mencionaron, con muy buenas intenciones de lograr, me llamó la atención la ausencia de un componente educativo dentro del plan.

Y es que pregúntese usted, se tiene como objetivo impulsar el ahorro energético mediante el uso racional del agua y de la electricidad, pero, ¿quién enseña al tico el por qué y cómo hacerlo? Se tiene como objetivo sustituir la flotilla vehicular por modelos más nuevos de emisiones o eléctricos, pero, ¿quién le enseña al tico el por qué y cómo hacer esto? Se tiene como objetivo reducir la flota vehicular privada para que (una vez mejorado el trasporte público) usemos autobuses, trenes o tranvías, pero, ¿quién convence al tico de vender su carro y viajar en autobús o tren? ¿quién le enseña los beneficios?

El ministro mencionó en diversas ocasiones que todos los objetivos se lograrán con un cambio de cultura, pero la cultura no cambia sólo con información que se da en un anuncio de tv o radio, la cultura cambia con la educación. Debemos de pensar que Costa Rica diariamente está sumida en contaminación cultural y acelera sus hábitos de consumo y desperdicio, además se suman personas provenientes de países con menos compromiso ambiental, a los cuales (al igual que al tico) hay que acogerlos y educarles en términos del ambiente que deseamos tener.

Al parecer el gobierno quiere que el cambio de cultura se haga de manera impositiva y de allí es donde vienen las protestas de transportistas, de los pequeños productores, de los empresarios que desean seguir usando el plástico, allí es donde viene la negativa de los consumidores de no hacer caso a las campañas precisamente porque no están educados en el tema.

El tema ambiental en escuelas y colegios es casi nulo, es nulo en la población universitaria principalmente en la educación privada, es nulo en la población económicamente activa, lo digo así porque dos lecciones más en ciencias dedicadas a la agricultura (como lo hizo el MEP en escuelas) no hacen el cambio, ni siquiera se adecua a la realidad, algunos talleres para obtener bandera azul, una vez en la vida para la empresa y olvidados debido a su falta de continuidad no hacen cambio.
Los objetivos están bien en términos científicos y estadísticos para luchar por tener una sociedad con desarrollo sostenible verdadero, con consumo a la medida, nunca dirigida al desperdicio, preocupada por los espacios urbanos embellecidos y agradables para vivir, hay que ser positivos en que lo vamos a lograr, pero sólo si se pone atención al educar para aprender la importancia de lo que se hace y no solo hacerlo porque sí, sin saber.

Ambiente, educación y sus consecuencias, definitivamente creo en que serán más positivas las consecuencias con un plan estructurado y fuerte de la mano con los objetivos de ambiente, desarrollo sostenible y carbono neutralidad que deseamos tener. Ante tal carencia en el gobierno veo importante las acciones de la sociedad civil, de las organizaciones no gubernamentales, personas que se comprometan a hacer complemento de éstas políticas, nunca para figurar sino para lograr el sueño de tener en el futuro un lugar digno, limpio y agradable para vivir y disfrutar.

Ronald Gamboa Venegas